El titular del post seguro que no le descubre a nadie nada nuevo, y seguro que no le descubre a nadie nada viejo.
Hace tiempo que le doy vueltas al tema de lo viejo y de lo nuevo, del #MundoViejo y el #MundoNuevo
Hablo a menudo de un mundo viejo que no acaba de irse, y de un mundo nuevo que no acaba de llegar porque nuestra resistencia al cambio nos lleva a abrazar lo viejo (conocido) por malo que sea y a rechazar lo nuevo (desconocido) por bueno que pueda ser.
En realidad, deberíamos ser capaces de mantener lo bueno de lo viejo y anhelar lo bueno de lo nuevo, pero los del vaso medio vacío hacen que los cambios sean percibidos como un riesgo. Quédate con lo positivo que comparten lo viejo y lo nuevo. Hubo un día en que lo viejo fue una gran novedad. Habrá un día en que lo nuevo se volverá viejo. El secreto está en el cambio, en la evolución.
El riesgo hoy ya no está en el cambio, está en el NO cambio, está en decir NO.
El #MundoViejo y el #MundoNuevo aplican a todo, a 360º,son transversales. Aplican al modelo de sociedad que queremos, a la forma de hacer política, al modelo de educación, a la manera de entender las empresas y la economía, la forma o formato de trabajo, a como nos comunicamos, nos relacionamos, nos divertimos …
Estoy convencido de que si pudiéramos observarnos desde la distancia que da la perspectiva histórica, veríamos que estamos en un momento de cambio en que unos luchamos por hacer las cosas de una forma distinta, y otros luchan por hacer las cosas de la misma manera de siempre.
“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir, y cuando lo nuevo no acaba de nacer.”
Bertolt Brecht
Se me antoja que estamos en un momento disruptivo en la forma y en el fondo. Que estamos en un momento en el que está cambiando lo que hacemos, pero sobre todo está cambiando el cómo lo hacemos.
Romi Marin me ha hecho ver el experimento de los 5 monos. La teoria de cómo se construye un paradigma ilustra de una forma gráfica lo que, a mi entender, está sucediendo … y no deberia suceder.
La resistencia al cambio tiene muchas justificaciones: miedo, inseguridad, seguridad, ignorancia, statuquo, poder, comodidad, rentabilidad…
En el caso del Personal Branding creo que la disrupción está llegando por el cómo y no por el que.
Tu Marca Personal nace en tu #mundoviejo.
Tu Marca Personal crece en tu #mundonuevo.
El “qué” y el “cómo” de tu Marca Personal es evolutivo, es progresivo, es disruptivo, es o puede ser digital.
El concepto de Marca Personal no tiene en si mismo nada de nuevo.
La toma de consciencia de tu Marca Personal sí que puede que sea nueva para ti.
Tu Marca Personal parte de lo que hoy puede parecer viejo, pero que conforma tu marca actual. Si con el paso del tiempo no abrazas lo nuevo, tu marca será estática, responderá a un instante concreto de ti, al no evolucionar dejará de ser marca para ser recuerdo, nostalgia, rastro.
No olvides que, quieras o no, tu Marca Personal te acompaña, incluso te precede. También en el tránsito entre lo viejo y lo nuevo. No olvides que, si quieres, está en tus manos descubrir y gestionar tu marca personal.
2015 se ha ido, ya es viejo. Quédate con la parte de él que te sirva para iniciar un 2016 nuevo… un 2016 que dentro de 365 días también será viejo.
Fotos o ilustraciones de mariabahe.com y de Warner Bros
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