Si algo abunda en el mundo de las ventas es el término que designa la actividad, la profesión, la categoría laboral o el título que consta en la tarjeta de visita.
Debería ser tan sencillo como: si te dedicas a la venta, eres vendedor. Pero el descrédito por el que ha pasado la profesión y la evolución de la misma ha ido generando una serie de eufemismos como: Delegado Comercial, Key Acount Manager, Delegado de Ventas, Técnico Comercial, Representante de Ventas , Agente Comercial … y ahora, si me permites … el Knowmad Comercial
El término Agente Comercial acostumbra a englobar a profesionales de la venta que cumplen dos características: operan de forma autónoma ( en red, si quieres), y trabajan para más de una empresa o marca ( por proyectos, si quieres).
Operan de forma autónoma ya que no tienen un contrato laboral con ninguna empresa, y acostumbran a trabajar para más de una empresa del mismo sector, pero cuyos productos no entran en competencia entre ellos.
Uno de los últimos libros que he leído es Knowmads, Los trabajadores del futuro de Raquel Roca. He de reconocer que tenía una lista de libros pendientes antes de que “le tocara” el turno a este, pero el término Knowmads se me fue metiendo en la cabeza, y al final no pude resistir la tentación de adelantarlo. Sin duda acerté ¡
En el libro, Raquel nos cuenta que un Knowmad es un trabajador del conocimiento, una evolución natural de autónomo, freelance, emprendedor, autoempleado de toda la vida. En EEUU era el 10% de la fuerza laboral en 1995, en 2015 el 33% y que la previsión para 2020 es del 45%. Sí, sí, ya sé que eso es en EEUU, pero aquí tampoco comíamos hamburguesas, no celebrábamos Halloween y eso del Black Friday no sabíamos ni que era.
Pues bien, creo que los paralelismos entre el Agente Comercial y el Knowmad son amplios. Y quien no lo asuma puede prepararse a desaparecer, porque aparece el Knowmad Comercial.
Raquel concentra los rasgos distintivos de un Knowmad en 13 características o lo que ella llama el pasaporte de habilidades:
- No tiene una edad determinada. Agentes comerciales los hay de todas las edades, desde próximos a la jubilación, hasta jóvenes que lo convierten en su fórmula de emprendimiento.
- El trabajo no es trabajo. Mayoritariamente se es agente comercial por elección, por vocación y se integra la profesión de manera que la línea entre lo personal y lo profesional es cada vez más tenue.
- Es inventivo e intuitivo. Evidentemente sigue una política comercial marcada por la empresa, pero prefiere inventar a ejecutar sólo órdenes, es más proactivo que reactivo.
- Es digital. Bueno, debiera ser digital. Es una de las asignaturas pendientes en general. Ser digital no es cambiar un catálogo en papel por un catalogo en pdf en el táblet.
- Transforma información en conocimiento … y lo comparte ¡¡¡ Es cierto que transforma información en conocimiento, que siempre está alerta de lo que está sucediendo. No es tan cierto que la comparta, y si no lo hace, quedará excluido de las redes de conocimiento, imprescindibles para estar al día en una época en la que la información queda obsoleta cada vez más rápidamente.
- Le importan las personas. Trabaja con y para las personas, las personas ocupan el centro de todo. Y como le importan las personas, cuida a las personas.
- Utiliza la información abierta y libremente. Se sirve de su experiencia en el sector, en las empresas o en los clientes para poner en común sus conocimientos de forma abierta y libre. Y con ello aporta valor.
- No entiende de fronteras. Un agente comercial acostumbra a centrar su actividad en clientes de un ámbito geográfico o en un segmento de clientes a los que vende de forma directa. Hoy más que nunca debe ampliar sus fronteras a clientes indirectos, prescriptores, influencers …
- Resuelve problemas. Si no existieran problemas, quizás no les contratarían. De forma inmediata, se le valorará más que por resolver, por detectar o anticiparse a los problemas.
- Crea redes. Es un especialista en redes personales 1.0, acostumbra a ser el rey en el tu a tu. Pero tiene como asignatura pendiente las redes sociales 2.0. Es aquí donde logrará generar nuevos contactos que convertirá en 1.0, y donde mantendrá de una forma ágil los contactos ya existentes.
- Asume el aprendizaje para toda la vida. Nuevos productos, nuevas empresas, nuevos proyectos, nuevas tecnologías, nuevas normativas hacen que el Agente Comercial asuma el Long Live Learning como algo natural, algo necesario, algo imprescindible. Para él el conocimiento es líquido.
- No le asusta la experimentación ni el fracaso. Una actividad centrada en las personas no está exenta de errores. Sencillamente hay que asumirlos, aprender de ellos y “palante”.
- Es líder de sí mismo. No forma parte de la estructura o plantilla directa de la empresa, por lo tanto debe ser líder de sí mismo. Debe autogestionar su trabajo y ser responsable del mismo.
Sí, ya sé que tú posiblemente no seas un Agente comercial, quizás seas un comercial de empresa … o cualquier otro profesional no vinculado a la venta, pero creo que
deberías plantearte de forma muy seria vincular el concepto Knowmad a tu profesión …
o, atente a las consecuencias.
Nota: Raquel dedica un capítulo entero del libro al desarrollo de la Marca Personal. Sin duda un elemento clave en la mentalidad Knowmad.
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Foto de cabecera www.objetivobienestar.com
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